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Encuesta comunitaria sobre banda ancha allana el camino para expandir el acceso digital en el sur de Nuevo México

Encuesta comunitaria sobre banda ancha allana el camino para expandir el acceso digital en el sur de Nuevo México

Al igual que millones de personas de todos los Estados Unidos, muchos residentes del Condado de Doña Ana (en el sur de Nuevo México) luchan por encontrar el acceso a Internet que necesitan para la escuela, el trabajo y la vida diaria. Shelsea Benitez, una estudiante de la Universidad Estatal de Nuevo México, tomó plena conciencia de esta realidad cuando ayudó a recopilar respuestas para una encuesta comunitaria sobre banda ancha el último otoño. En esa oportunidad se enteró de las barreras, como el costo y la disponibilidad de los proveedores de servicio de Internet, y de los extremos a los que las personas llegarían en caso de necesitar conectarse.

“Hay muchas más personas que no tienen acceso a banda ancha que lo que yo pensaba”, dijo Benítez. “Muchas personas contaron que solían acceder a Internet en bibliotecas o cafés. Algunas llegaron a admitir que robaban el Wi-Fi de sus vecinos”.

El Condado de Doña Ana es una de varias comunidades que participan en una iniciativa del Federal Reserve Bank of Dallas para desarrollar e implementar planes locales de banda ancha que aumentan el acceso a los residentes, en especial las poblaciones de bajos ingresos. El condado abarca una vasta región, en su mayor parte rural, y tiene una importante población de habla hispana. Sus casi 220,000 residentes enfrentan tasas más altas de pobreza y tasas más bajas de logros académicos que las correspondientes a México y a los EE. UU. en términos generales.

La geografía y la demografía del condado de Doña Ana han definido el enfoque que los líderes comunitarios están adoptando para expandir el acceso a banda ancha en las áreas rurales, al mismo tiempo que abordan las necesidades de los centros más densamente poblados, como la ciudad de Las Cruces. El éxito que obtuvieron al reunir a las partes interesadas regionales y llevar a cabo una encuesta para determinar las necesidades locales ha aportado una base sólida para su acción con miras a cerrar la brecha digital.

‘Un enfoque amplio, inclusivo de toda la región’: comprometer a los socios comunitarios en una tarea colectiva En lo que se refiere a la inclusión digital, los residentes del condado enfrentan una variedad de problemas.

“Si se observa nuestra población, se comprobará que tenemos muchos habitantes que no tienen acceso a Internet de ningún tipo”, dijo Bob Bunting, gerente de ciberseguridad y banda ancha del condado de Doña Ana. “En el caso de los que sí tienen acceso a Internet, por lo general no se cumple la definición de banda ancha”.

Según los datos de la Oficina del Censo de 2020, se estima que un 22.6 por ciento de los hogares del condado de Doña Ana no tienen abono a Internet, en comparación con un 14.8 por ciento de los hogares de los EE. UU. En el caso de los hogares que tienen Internet, la encuesta sobre banda ancha del condado reveló que el servicio suele ser inadecuado: Las velocidades de descarga del 38 por ciento no cumplen con el estándar mínimo actual de banda ancha de la Comisión Federal de Comunicaciones de 25 megabits por segundo (Mbps), y las velocidades de descarga del 75 por ciento no alcanzan la nueva recomendación de 100 Mbps.

Para abordar estas brechas y otras barreras de acceso, los funcionarios del condado reconocieron que sería importante enfocar una iniciativa organizada en colaboración. En el otoño de 2020 se creó Doña Ana Broadband, una sociedad regional público-privada, con el objeto de desarrollar e implementar un plan para aumentar el acceso a ancho de banda asequible y eficiente antes de diciembre de 2024. Los miembros incluían, entre otros, socios de los gobiernos estatal y local, proveedores de atención médica, instituciones educativas, representantes de negocios y entidades sin fines de lucro.

Cada socio de la coalición aceptó el valor de un esfuerzo coordinado para impulsar una solución integral y efectiva. Por ejemplo, Doña Ana Community College (DACC) había probado al comienzo de la pandemia varias estrategias para ayudar a los estudiantes a obtener acceso a Internet y dispositivos para continuar aprendiendo en línea.

“Distribuimos iPads y tratamos de hacer lo necesario, pero para que cada institución haga cosas de este tipo, esto supondría soluciones a muy corto plazo”, explicó Mónica Torres, presidente del DACC. “Para asegurarnos de que las personas tengan acceso, lo que necesitamos es un enfoque amplio, a nivel regional”.

Alentando la respuesta a la encuesta: las conexiones de la comunidad llegan a nuevas voces Ese enfoque comenzó con la encuesta comunitaria. Para crearla, difundirla y alentar la participación, la coalición aprovechó los recursos de sus socios de los sectores del gobierno, la educación y las entidades sin fines de lucro.

El Departamento de Tecnología de la Información de Nuevo México proporcionó una plantilla de encuesta y una plataforma en línea para las respuestas. Un maestro de las Escuelas Públicas de Las Cruces tradujo la encuesta del inglés al español para que fuera accesible a más residentes del condado. Cuando la encuesta estuvo lista para su presentación, el equipo de comunicaciones de la Ciudad de Las Cruces ayudó a conectarse a los grupos influyentes en la comunidad, como el Rotary Club, la biblioteca y los funcionarios electos de Las Cruces.

El DACC contribuyó al contacto con el público, comunicando información sobre la encuesta dentro de su red y contratando a estudiantes como Benítez para que prestaran su ayuda para comprometer a la comunidad. Los estudiantes hicieron llamadas telefónicas a los estudiantes del DACC y a los residentes y las empresas locales para alentarlos a que participaran.

Para llegar a más personas en las comunidades más vulnerables, incluidos los residentes de bajos ingresos y rurales, Bunting aseguró fondos del condado para contratar promotoras. Las promotoras son trabajadoras de salud comunitarias que entablan relaciones de apoyo con los residentes, especialmente residentes de habla hispana, para compartir información y abordar necesidades de la comunidad. Debido a sus relaciones establecidas, las promotoras gozaban de una posición única para conectarse con miembros de la comunidad y alentarlos a que completaran la encuesta sobre banda ancha.

“Con promotoras en quienes [los residentes]{:target=”blank”} confían y a quienes conocen, fue posible obtener alrededor de 1,500 respuestas de personas que no tienen ningún acceso”, dice Luce Rubio, coordinadora de comunicaciones para el condado de Doña Ana. “Esas eran las personas a quienes me interesaba llegar para que nos explicaran por qué no tenían banda ancha”.

En total, la coalición recopiló unas 3,000 respuestas a la encuesta. Este volumen otorga importancia estadística a los resultados de la encuesta, lo cual proporciona una base valiosa para tomar decisiones de manera informada.

Generando apoyo y entendimiento: la encuesta informa a los formuladores de políticas Los resultados de la encuesta permitieron al condado de Doña Ana obtener las percepciones de toda la comunidad para desarrollar un plan de banda ancha personalizado. Además, al revelar detalles sobre las brechas y las barreras para acceder a la banda ancha en todo el condado, los resultados ayudaron a los dirigentes locales a comprender los matices de las necesidades de la comunidad.

Rubio comentó que, durante su continuo trabajo para el estado, recibía preguntas sobre el alcance de la necesidad de expandir el acceso a la banda ancha. Para tomar decisiones informadas sobre financiamiento y políticas, los funcionarios locales querían tener un panorama más claro de todas las barreras que enfrentaban los residentes. Rubio dijo que, antes de la encuesta, algunos líderes comunitarios desconocían que, incluso dentro de la ciudad de Las Cruces, había áreas donde no se disponía de banda ancha. Algunos suponían que las personas que no tenían acceso simplemente habían optado por comprar otras cosas en lugar de pagar el servicio de Internet.

“La encuesta ayudó a aclarar que era la pobreza la que impulsaba esas decisiones”, señaló Rubio, citando el ejemplo de un residente de bajos ingresos que había tenido que elegir entre pagar Internet o sus medicamentos. Para ellos, dijo Rubio, “no se trata de mis prioridades. Necesito la banda ancha, pero más necesito los medicamentos”.

Armando un plan para la conexión: la encuesta impulsa el plan y el financiamiento En el futuro, los líderes de la coalición incorporarán los resultados de la encuesta comunitaria a un estudio de factibilidad que colocará al condado de Doña Ana en condiciones de finalizar los planes y solicitar oportunidades de financiamiento para la expansión de la banda ancha.

Una vez que se obtengan fondos, dijo Rubio, “necesitaremos la ayuda de la comunidad porque la implementación será un factor clave”. A su entender, esa es una posibilidad de comprometer a los residentes que podrían haber tenido dudas sobre si sus opiniones vertidas en la encuesta se usarían de manera significativa.

“Aquí tenemos la oportunidad de demostrárselo: Gracias a su participación en la encuesta, usted posibilitó este estudio de factibilidad. Ahora, tenemos este plan de lo que se necesitará en los próximos tres a cinco años para conectar a tantas personas como podamos. Usted ayudó a que esto ocurriera. Ahora, trabajemos juntos para implementarlo”.

Publicado originalmente el 27 de julio de 2022 por el Federal Reserve Bank of Dallas

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